Esta receta tiene un origen bastante reciente, ya que fue creada a mediados del siglo XX (se dice que sobre los años 50, aunque otras fuentes apunta a los 30) en la ciudad de Venecia.
Su descubrimiento se atribuye al cocinero Giuseppe Cipriani, que diseñó el Carpaccio para una condesa (Amalia Nani Mocenigo) a la que le había aconsejado su médico comer la carne cruda.
Se cree que el chef se basó para su creación en la preparación de origen en la región de Píamente llamada «Carne cruda all’Albese” y que lo servía en el Harry’s Bar de Venecia (actualmente abierto).
Y en cuanto a su nombre, viene del pintor Vitorre Carpaccio, cuya paleta de colores predominante (rojo y amarillo) recordaba el aspecto de este plato al cocinero citado que en honor del pintor decidió llamarlo así.
Al principio solo se hacía carpaccio con ternera o buey (macho bovino, es decir, toro o pareja de la vaca que se castra o capa al nacer y se engorda para su consumo) pero con el tiempo los ingredientes fueron aumentando.
Actualmente podemos encontrar el carpaccio en casi cualquier restaurante italiano que sirva comida italiana variada (que no sea solo pizza por ejemplo) y en muchos restaurantes de comida internacional, fusión o especializados en carne.
Nosotros desde Restaurante El Pórtico, ofrecemos a nuestros clientes y amigos una delicia a base de carne de buey. Un carpaccio de alta calidad, servido con todo el cariño.